El pasado viernes 20 de diciembre de 2024, la Asociación AID celebró su encuentro anual con voluntariado, colaboradores y beneficiarios de sus diferentes proyectos. La emotiva jornada, llevada a cabo en los salones de la parroquia San Ignacio de Loyola gracias a la acogida de los padres Manuel y Jesús, fue un homenaje al compromiso, la sensibilidad y la entrega de quienes hacen posible la misión de la asociación.
Durante el acto, se reconoció la labor de las personas voluntarias con la entrega simbólica de una planta, representando la vida y esperanza que cultivan con su dedicación. Este gesto, lleno de significado, fue un agradecimiento a Enrique, M. Carmen, Pilar, Cristina, Pati, Elvira, Patricia, Sofía, Rosa, Nadia, Francisco, Laura y Paco, entre otros, por su constancia y cuidado hacia quienes enfrentan situaciones de exclusión social.
El evento incluyó también un espacio lúdico dirigido por Pati, así como palabras de agradecimiento y reflexión compartidas por Dina, Zohra y Rajay. La jornada concluyó con una deliciosa merienda preparada con esmero por las alumnas de las clases de español y las madres de los niños y niñas beneficiarios de las clases de apoyo.
A lo largo del encuentro, se destacó el trabajo de AID en proyectos tan significativos como:
- La intervención en el CIS Carlos García Valdés.
- Las clases de apoyo escolar para la infancia.
- Las clases de español para extranjeros.
- Las salidas culturales.
- El taller de superación del duelo migratorio.
- Los talleres de TASEVAL.
- La casa de acogida Mambré.
Especial mención merecieron las personas que, con sus contribuciones económicas, hacen posible la continuidad de estas iniciativas, así como las nuevas voluntarias que aprovecharon la ocasión para conocer la asociación y sus proyectos.
La jornada también fue un espacio para conmemorar tres fechas significativas: la promulgación de los Derechos Humanos, el Día Internacional de las Personas Migrantes y el Día de la Esperanza. Como se destacó durante el acto, “esperanza e inmigración son dos caras de una misma moneda, y los derechos humanos deben atravesar todas las realidades del mundo”.
Este encuentro sirvió no solo para fortalecer los lazos interculturales, sino también para reforzar la cohesión y el conocimiento mutuo entre quienes forman parte de la gran familia de AID. Una vez más, gracias a todas las personas voluntarias y colaboradoras que hacen posible que la esperanza florezca.