El pasado 14 de junio, AID organizó una salida a Granada con el objetivo de descubrir la ciudad desde una perspectiva interreligiosa e intercultural. La experiencia confirmó, una vez más, que la mezcla de culturas presente en nuestro patrimonio es una fuente inagotable de riqueza.

La Alhambra: diálogo entre estilos
La visita comenzó en los jardines del Generalife, donde el grupo —formado por personas de origen marroquí, español y salvadoreño, entre otros— se maravilló con la convivencia de especies vegetales traídas de distintos continentes. Allí surgió la reflexión: la circulación de plantas siempre ha ido unida al movimiento de personas y costumbres, algo que los propios participantes conocen bien.

A continuación, recorrimos los Palacios Nazaríes, el Palacio de Carlos V y la Alcazaba. En cada rincón, el arte islámico se daba la mano con el renacimiento y el mudéjar, recordándonos que Granada es un perfecto cruce de caminos religiosos y culturales.
Una sinfonía de nombres y lenguas
Durante el recorrido se escucharon nombres como Mohamed, Imane, Pilar, Yassine, Nazha, Zohra o Francisco. Igual de hermoso fue oír expresiones mezcladas de árabe y castellano—shukran lak (gracias), marhaban bik (de nada)—que resonaban entre arcos y fuentes. Muchas voces compartían recuerdos de lugares queridos de Marruecos, enlazando experiencias personales con la historia del monumento.
Tras el almuerzo, la jornada continuó con la visita a la antigua Madrasa de Yusuf I, la Catedral y la Alcaicería. Estos espacios —herederos del legado islámico, cristiano y mercantil de la ciudad— completaron el mapa de conexiones entre religiones y culturas.
Cansancio feliz y gratitud compartida
Al final del día, el cansancio se mezclaba con la satisfacción. Sundu y Roeya, de 8 y 6 años, resumieron la impresión general: “Lo que más nos ha gustado han sido las vistas y los jardines. Gracias, shukran”.
Desde AID agradecemos a todas las personas participantes y voluntarias que hicieron posible esta jornada de convivencia, ejemplo vivo de cómo la diversidad suma y enriquece cada paso que damos juntos.