El proyecto Casa de acogida Mambré surge como respuesta a la necesidad de brindar un hogar y formación a jóvenes en situación de exclusión social y en situación de calle en Córdoba, España. La asociación AID, tras conocer la realidad de estos jóvenes en un encuentro diocesano de migraciones, decide abrir una casa de acogida para ofrecerles un lugar donde vivir y formación para su inserción sociolaboral. A pesar de la dificultad de encontrar una vivienda que aceptara a extranjeros sin papeles, la propietaria de una vivienda permitió a la asociación alquilar una casa sin muebles. Además de dar techo a personas desprotegidas, el objetivo de Mambré también busca construir redes de colaboración con otras entidades, promover la inserción laboral y el acceso al permiso de trabajo y residencia, así como fomentar el compromiso con los programas de desarrollo de los barrios Sector Sur y Guadalquivir en Córdoba.
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¿Cómo surge el proyecto Casa de acogida Mambré?
El presente proyecto, ya en ejecución, surge como consecuencia de la participación de la asociación AID ( Asociación para la Igualdad y Desarrollo Social ) en el encuentro diocesano de migraciones, en el que la asociación presenta una stand con sus actividades en el que algunas personas beneficiarias de las clases de español/talleres de manualidades y formación de mujeres que se daban en el barrio Guadalquivir, también participan y se dan a conocer e interactúan con personas de otras asociaciones participantes.
En este encuentro se descubre la realidad de los y las jóvenes indocumentados y en situación de calle que se encuentran en nuestra ciudad, nos acercamos a ellos y conocemos la imposibilidad de acceder a recursos habitacionales en los que vivir a medio o largo plazo. Aunque hay recursos para transeúntes, no es ésta la situación de los jóvenes con los que contactamos. Nos planteamos cómo dar respuesta a esta necesidad de chicos que se alojan bajo alguno de los puentes sobre el río Guadalquivir, en furgonetas abandonadas o en las casetas de feria abandonadas en el Arenal. Tras ello, iniciamos un contacto personal con ellos que nos permite conocer, además de sus necesidades y situación en Córdoba, su lado humano y algo sobre sus historias personales y planes de futuro.
La asociación AID, muy sensibilizada, comienza a valorar la posibilidad y viabilidad de abrir una casa de acogida de cuatro a seis plazas para facilitarles una casa en la que vivir y una formación para su inserción sociolaboral. El objetivo era pasar de una chabola sin agua corriente ni electricidad a una casa que les permita ejecutar sus planes formativos y/o laborales.
Tras contactar con personas de nuestro entorno y entidades con las que compartimos preocupación, llegamos a definir un plan de actuación: AID se encarga de la vivienda y las fundaciones Don Bosco y Anclados de la formación para la inserción laboral. Asimismo, el Banco de alimentos de la parroquia San Ignacio de Loyola aporta alimentos y una serie de socios contribuyen económicamente al sostenimiento de la vivienda.
El paso siguiente fue la búsqueda de vivienda y ahí chocamos con una enorme dificultad: reticencia de los propietarios a alquilar una vivienda a una asociación que acogiera y acompañara a extranjeros. Si añadimos que estas personas carecían de permiso de residencia (eran sin papeles) la negación era más rotunda. Además nos solicitaban hasta cuatro mensualidades por adelantado. Todo ello fue misión imposible hasta que la sensibilidad de la propietaria de una vivienda, permite alquilar una vivienda sin muebles. Amigos y colaboradores nos aprovisionaron de muebles y garantizaron y garantizan el pago de la mensualidad del alquiler.
Origen de un nombre que refleja sus pilares
En cuanto al nombre, decidimos el nombre “Mambré” por su referencia a un episodio de acogida a inmigrantes sin identidad conocida, por parte de Abraham y Sara, hasta poder continuar su viaje. Queremos que esta vivienda tenga esa identidad de “casa de acogida” para posibilitar la formación de las personas y que, de esa forma, puedan continuar el viaje vital al que cada ser humano estamos llamado a vivir, desde una perspectiva de interculturalidad e Inter-religiosidad.
Este nombre deja entrever qué queremos que sea Mambré: casa (que no albergue) intercultural e interreligiosa (espacio de encuentro de personas de distintas culturas y/o religiones).
Finalmente, el 2 de enero de 2019 abrimos la vivienda con 4 chicos que la fundación Don Bosco nos propone y que nosotr@s conocemos porque asisten a nuestras clases de español en los salones que nos cede la parroquia San Ignacio de Loyola (AID vive de lo que le dan o le prestan).
¿Qué otros objetivos pretendemos?
- Inserción laboral y acceso a permiso de trabajo y residencia, mediante arraigo social, familiar o por formación.
- Construir redes de colaboración con entidades comprometidas con la promoción de las personas en exclusión. De ahí nuestro trabajo en red con entidades como INSERTA, CRUZ ROJA, CASA DE ACOGIDA CAMPO MADRE DE DIOS, APIC, CORDOBA ACOGE, ACCEM O SAMU de quienes recibimos jóvenes y a quienes enviamos jóvenes para su formación de acuerdo con los programas que estas entidades promueven.
- Compromiso con los programas de desarrollo de los barrios Sector Sur y Guadalquivir, haciéndonos presentes en la junta de distrito y llevando a nuestros jóvenes participar en las actividades vecinales del Distrito Sur. Nuestros jóvenes realizan junto con InteRed la GIMKANA POR LA PAZ de las jornadas de la Paz del distrito Sur o dinamizaron el cierre de estas JORNADAS CON JUEGO COOPERATIVOS.
- Desarrollar en los jóvenes su capacidad participación con otros y otras, haciendo que participen en campañas como la distribución de alimentos a través del Banco de alimentos u organizaciones vecinales de distrito como la realizada junto con las CÁRITAS de la ciudad durante en el confinamiento, en colaboración con restaurantes, que elaboraron comidas para familias muy afectadas por la COVID 19 .
- Fomentamos la solidaridad haciéndolos responsables de la conservación de los espacios que nos ceden organismos de Córdoba: ya sea pintando o reparando daños en los espacios que nos ceden para la formación.
- Desarrollo de la participación ciudadana en los Círculos de Silencio que mensualmente se realizan en el Bulevar de Gran Capitán, organizados por la Mesa de las Migraciones. En el último de ellos, el manifiesto contra lo sucedido en la frontera de Melilla fue leído por uno de nuestros chicos.
- Construir red para una interculturalidad efectiva y con perspectiva de género con organizaciones de otros provincias o comunidades como la fundación AMISI (Barcelona) que promueve la inserción desde el deporte, el Proyecto Rajab de Jaén recientemente reconocido por la Consejería de Igualad por su contribución a la interculturalidad, Espacios Berakah de Sevilla o el Hogar Jana de Dos Hermanas también de Sevilla. Todo ello lo realizamos a través de las siguientes formas:
- Encuentros interculturales de verano de una semana de duración que venimos realizando en la Casa Emaus de Trassierra, organizados por diferentes entidades y liderados por AID, donde asisten chicos y chicas españoles y extranjeros.
- Encuentros de fin de semana para conocer diferentes expresiones culturales del país, reflexionar hacia dónde queremos caminar desde el punto de vista intercultural y concienciar sobre la necesidad de participación ciudadana. El 1º de los encuentros se realizó en Madrid y el 2º ha sido en Valencia que acabo con un Círculo de Silencio en la plaza de la Reina.
Miembros de la Casa Mambré
Las personas que habitan la casa Mambré son hombres o mujeres que se encuentren en situación de calle y no tengan regularizada su situación en España y que deseen incorporarse a nuestra sociedad como ciudadanos y ciudadanas de pleno derecho y compromiso, no toxicómanos/as y en caso de serlo comprometido/as con su rehabilitación a través de una entidad especializada y sin procesos penales abiertos. Creemos en la reinserción de las personas por lo que puede haber salvedades siempre que esté convenientemente acreditado el cambio en el estilo de vida.
La casa acoge también jóvenes que requieran una estancia corta por motivos de salud, recuperación de intervenciones quirúrgicas o enfermedades crónicas como la diabetes.
Para entrar en la casa es preciso un informe de derivación de las entidades que nos piden plaza, hasta ahora han sido Cruz Roja, APIC, Córdoba Acoge, Accem, Don Bosco, Caritas, Albergue municipal Campo Madre de Dios, Proyecto Hombre, Samu y otras conocidas de alguna de las personas de la asociación, de nuestros colaboradores/as y parroquias. En cualquier caso, debe haber un informe elaborado un trabajador/a social de nuestra confianza.
Una vez en la casa elaboramos un programa personal de formación y de inserción social en colaboración con técnicos de otras entidades que incluye: aprendizaje/ profundización en Castellano, conocimiento de elementos culturales de Córdoba, Andalucía y España, formación ecológica y conservacionista, participación ciudadana, coeducación, formación intercultural y formación profesional u obtención de estudios primarios o de Secundaria.
Hasta 2022 han pasado 13 jóvenes, de los cuales cinco han obtenido un puesto de trabajo con contrato
¿Cómo es la casa Mambré?
Es un piso de 60 m2 situado Córdoba. Tiene 3 dormitorios: uno doble y dos individuales, salón, baño y cocina. Para poder optar a una plaza hay que comprometerse a seguir unas normas de convivencia, reflejadas en los principios y normas de la casa
Principios y normas de la casa
Hay una serie de principios de funcionamiento de la casa:
- No se permite fumar, tomar bebidas alcohólicas en casa ni el consumo de drogas
- Horarios. De lunes a jueves la hora más tarde de llegada a casa son las 10:30. El viernes y sábado el horario se amplía hasta las 00:30 y los domingos hasta las 23:00.
- Hay turno de tareas para la limpieza, la compra, cocinar, lavado de la ropa.
- El almuerzo y la cena se hacen juntos.
- Cocina y baño se limpian a diario.
- Hay un plan de ahorro personal para asegurar la autonomía futura.
- Todos cuidan de todos en caso de enfermedad.
- Anualmente los propios inquilinos pintan el piso y periódicamente se hacen reparaciones de las pequeñas averías que se producen. La vivienda tiene más de 60 años y lógicamente se van deteriorando algunos elementos de la misma.