El pasado 22 de diciembre, la Asociación Igualdad y Desarrollo Social (AID) organizó una visita intercultural a la ciudad de Jaén, en la que colaboró la asociación Proyecto Rajab de Educación y Cultura y participó la asociación Claver. Esta actividad fue financiada por el Ayuntamiento de Córdoba y reunió a personas migradas de diferentes países.

A nuestra llegada a la estación de Jaén, fuimos recibidos por nuestros amigos y amigas locales, quienes nos guiaron en un fascinante recorrido por la ciudad. La primera parada fue el Palacio de Villardompardo, donde un guía nos sumergió en la historia de sus baños árabes, que en el pasado tuvieron usos tan variados como bodega y tenería. Mientras recorríamos el lugar, los idiomas árabe, francés y castellano se entrelazaban en un enriquecedor intercambio cultural.

Continuamos hacia el Museo de Artes y Costumbres Populares, donde los participantes encontraron conexiones inesperadas entre culturas: “¡Anda, si esta rueca es como la de mi madre en Marruecos!” o “¡Fíjate, esta balanza es como las de los mercados populares de Colombia!”. La terraza del palacio nos ofreció vistas espectaculares de Jaén y nos permitió conocer su importancia estratégica durante la Reconquista, así como detalles sobre el castillo de Santa Catalina y el papel del conde de Villardompardo.



Un paseo hasta el Raudal de la Magdalena nos llevó a descubrir la leyenda del lagarto y los vestigios del foro romano, además de los restos de la mezquita que hoy se encuentran en la iglesia de la Magdalena. Este recorrido fue una verdadera inmersión en el rico legado cultural de Jaén, el “paraíso interior”.
La siguiente parada fue en la sede del Proyecto Rajab, conocida como la Buena Madre, donde nos esperaba un banquete preparado con esmero por Fatma y Pura. La mesa, decorada con motivos navideños, estaba repleta de deliciosos platos: verduras variadas, salsas aromáticas y una gran fuente de arroz con pollo asado. Las comidas aportadas por los participantes complementaron el banquete con sabores de Colombia, Nigeria, España, Senegal, Argelia, Túnez y Marruecos. Este festín gastronómico reforzó la interculturalidad, demostrando que la diversidad de idiomas y culturas es una garantía de comunicación y conexión.

Durante el té, se presentaron las diferentes asociaciones y personas participantes, con nombres que reflejaban la interculturalidad del encuentro: Pura, Aws, Mohamed, Salomé, Patience, Mehdi, Liliana, entre otros. Los aplausos para Fatma, quien dedicó ocho horas a preparar el banquete, subrayaron la generosidad y gratitud que marcaron este momento.
Por la tarde, visitamos la catedral de la Asunción, una obra maestra que cautivó a todos. Las bóvedas, columnas, capillas y la sacristía nos dejaron boquiabiertos, mientras las vistas desde los balcones nos invitaban a explorar la sierra. La fachada de la catedral despertó comparaciones con otras maravillas arquitectónicas, como la catedral de Lima.
La jornada concluyó con una foto de grupo y una emotiva despedida en la estación. Abrazos, besos y deseos de repetir esta experiencia fueron la nota final de un día que demostró que la interculturalidad no solo enriquece, sino que también une.